Un día de 1976, una joven aspirante a escritora, Sigrid Nunez, cruza la puerta del 340 de Riverside Drive, el apartamento en el que vive, escribe, ama y piensa Susan Sontag, uno de los grandes iconos de la intelectualidad norteamericana, una figura legendaria gracias a sus polémicos ensayos, su desbordante inteligencia y su personalísimo estilo. Este primer encuentro cambiaría la vida de Nunez, que acabaría viviendo en ese mismo apartamento con Sontag al convertirse en pareja del único hijo de ésta. Los tres formarían, durante algún tiempo, una familia tan singular como controvertida.
Sontag era, según Sigrid Nunez, «una mentora natural». En estas emotivas y lúcidas memorias, nos habla con sutileza y gratitud de esos años, y describe con una agudeza extraordinaria el ambiente cotidiano y académico que rodeaba a Sontag, su vida emocional e intelectual, o el efecto y las reacciones que esta extraordinaria mujer causaba cuando publicaba un nuevo libro, impartía una conferencia o, simplemente, entraba en una habitación.