A los diecinueve años, a Chris Offutt ya se le habían cerrado las puertas del Ejército, del Cuerpo de Paz, de la Guardia Forestal y de la Policía, así que abandonó su hogar en los Apalaches y se dirigió hacia el norte para dar comienzo a una serie de viajes que después lo llevarían de costa a costa por Estados Unidos, un país habitado por una variedad impredecible de vagabundos y bichos raros, en busca de trabajos temporales, mientras dormía en habitaciones de mala muerte y soñaba con ser artista.
Quince años después, Chris se ha establecido junto con Rita, su mujer, a orillas del río Iowa, donde descansa y escribe, a la espera del nacimiento de su primer hijo. Será entonces cuando pueda iniciar un camino bien distinto al emprendido años atrás, ese que habrá de llevarlo a la madurez.
Con Dos veces en el mismo río, Offutt, rebosante de vitalidad y juventud —también de ingenuidad y miedos—, nos ofrece unas memorias sinceras, en ocasiones brutales, pero siempre divertidas. Publicado originalmente en 1993, un año después de su primera colección de relatos, Kentucky seco, este fue el primer volumen de un tríptico autobiográfico que culminó en 2016 con Mi padre, el pornógrafo.