La gran obra del Quijote se considera como una crítica de los llamados libros de caballería, que abundaban en su época, llenos de aventuras fantásticas. También se considera como una simbolización del idealismo, representado por Don Quijote, frente al materialismo de Sancho Panza. La vida que reproduce Cervantes en sus obras es alegre, graciosa y dramática, a la vez que sana y optimista, a pesar de las vicisitudes de su existencia.
Esta edición del Quijote, preparada y anotada por Martín de Riquer, de la Real Academia Española, y recientemente galardonado con el Premio Nacional de las Letras, sigue el texto de la primera de las ediciones conocidas, la de Madrid del año 1605, impresa por Juan de la Cuesta, para la primera parte, y el de la de 1615, para la segunda. Martín de Riquer, respetando la contextura de los vocablos típicos del autor y de la época, ha regularizado totalmente la ortografía y la puntuación y ha añadido unas notas que procuran aclarar cuantos aspectos podrían no ser comprendidos por un lector actual de formación media. Para ello ha consultado el resultado de los trabajos de los principales comentaristas del Quijote, condensando el fruto de todos estos trabajos, a fin de facilitar la comprensión de la gran novela y hacer fácil su lectura a un sector amplio del público.