Los fascinantes «años de plomo» del pistolerismo y La Banda Negra, dirigida por el falso barón König, que convirtieron las calles de Barcelona en un campo de batallaEntre 1918 y 1923 Barcelona, convertida en una especie de París en miniatura que asistía a la incesante llegada de vedettes, sicarios y contrabandistas de toda Europa, vivió una batalla sanguinaria y feroz entre los mejores pistoleros anarquistas y el «terrorismo blanco» de la patronal, el llamado Sindicato Libre, apoyado por las autoridades y la policía «oficial». Cada semana, entre explosiones, atentados, emboscadas y tiroteos, aumentaba el recuento de víctimas mortales, aunque la situación se convirtió en verdadera guerra callejera con la aparición de un aventurero, estafador, espía ?que trabajó indistintamente para Francia o Alemania y llegó a estar implicado en la revelación de los secretos de la máquina de cifrar y descifrar mensajes Enigma? y falso barón König. Este, desde una oficina en pleno centro y bajo la tapadera de una inexistente agencia de detectives, reclutó entre los bajos fondos a un pequeño ejército formado por matones, confidentes y criminales profesionales. Aquel batallón del hampa se conocería como La Banda Negra y se dedicaría a cometer numerosos crímenes contra anarquistas y líderes obreros. Tras su desaparición, mientras sus miembros eran perseguidos y, en muchos casos, liquidados por grupos de acción libertarios que preparaban una insurrección armada en todo el país, su estilo fue imitado por los terroristas del llamado Sindicato Libre. La Banda Negra. A sangre y fuego en Barcelona es la historia de aquella peligrosa organización y su líder, el infame falso barón, y también una antología de la literatura de aquellos «años de plomo» del pistolerismo, que alcanzó unos niveles de violencia, martirologio y gansterismo inéditos, contada por sus propios protagonistas, como comisarios de policía, fundadores de aquellos grupos terroristas o escritores derechistas, y por quienes mejor han desentrañado aquel mundo siniestro y extremo protagonizado por personajes que eran auténtico true crime y puro folletín con olor a pólvora y dinamita.