Howard Phillips Lovecraft (1890-1937) fue un ave nocturna
y un cazador de sueños. Nació en Providence (Nueva Inglaterra),
donde vivió la mayor parte de su corta vida, que dedicó a contemplar
las estrellas, leer con avidez cuanto caía en sus manos y, sobre todo,
escribir (poesía, ensayo, relatos y una ingente correspondencia).
Al refugiarse en su hermético mundo onírico, Lovecraft se embarcó
en un viaje sin retorno hacia una nueva dimensión: el miedo cósmico,
el «terror de los espacios infinitos», que estremecía a Pascal.
Lo que caracteriza la ficción lovecraftiana es la utilización de elementos
de la tradición gótica reinterpretados en términos científicos.
Sus relatos expresan la soledad y la pequeñez de la condición humana
en un universo infinito y amoral, azaroso y hostil, carente de significado
y angustiosamente ajeno a nuestras preocupaciones y cavilaciones.
«Lovecraft fue –como dijo el escritor Fritz Leiber–
el Copérnico del relato de horror. Desplazó el foco del temor
sobrenatural del hombre y su pequeño mundo y sus dioses, a las estrellas
y a los negros e insondables abismos del espacio intergaláctico».
En el universo lovecraftiano siempre hay una presencia amenazadora,
pero no se sabe bien qué es.
En esta segunda y última entrega de la Narrativa completa
de Lovecraft, el lector encontrará los relatos escritos
entre 1927 y 1937, década fecunda en la que HPL,
además de enriquecer sus espantosos Mitos de Cthulhu
con cuentos como La sombra sobre Innsmouth, El horror
de Dunwich, El ser del umbral o El Asiduo de las tinieblas,
alumbra sus dos únicas novelas: El caso de Charles Dexter Ward
y En las montañas de la locura.
Este volumen completa el periplo interior que Lovecraft emprendió
a lo más profundo de sí mismo, a las regiones más subterráneas
y sombrías de la psique.