Era el atardecer del siglo y en la localidad sevillana de Carmona corrió la voz de que la tierra escondía tesoros de valor incalculable. Aquel día cualquiera de octubre, un vecino aficionado quiso adelantarse a la autoridad y, encabezando una pequeña partida, se adentró en Los Alcores y excavó unos túmulos: en su interior aparecieron numerosos cuerpos en posiciones forzadas, rodeados y cubiertos de piedras dispuestas en zonas concretas. Acaso él lo desconocía, pero acababa de reabrir a nuestros ojos un caso clave de posible asesinato sin resolver.
La arqueología académica se ha empeñado en ofrecer, de forma tácita y acrítica, una visión amable, culta, de pacífica armonía, sobre las sociedades tartesias. Conformándose con la descripción y el registro de prácticas funerarias inusuales, ha desdeñado investigar las identidades sociales de los individuos hallados y las causas de tales enterramientos, privándonos con ello de obtener una imagen más certera y real (seguramente más violenta y desconcertante) de esta fascinante civilización al margen de los clichés culturales acostumbrados. Hoy, disciplinas como la criminalística, la bioarqueología o la «arqueología de la muerte» pueden servirnos como instrumento de análisis para lograr ese objetivo.
¿Quiénes fueron aquellos hombres, mujeres y niños sepultados de manera tan atípica? ¿Eran ellas las esposas de algún hombre o estaban ligadas por otro tipo de vínculo? ¿Por qué algunos tuvieron derecho a inhumación en las necrópolis, como los reyes, príncipes y miembros de la élite o de los grandes linajes de aquellas comunidades? ¿Temían los vivos el regreso de esos muertos? La muerte en Tarteso nos sumerge en una insólita y exhaustiva investigación con vistas a esclarecer una serie de extrañas muertes acaecidas en este lugar hace casi tres milenios: presuntos crímenes archivados, culpables comúnmente asumidos, pistas ignoradas en informes ocultos, falta de pruebas y analíticas fiables, varias sospechas, medias verdades? ante usted, una formidable historia real con todos los visos de una auténtica novela policíaca.