Las cuestiones de género han sido dejadas de lado en la historia del arte hegemónica. A lo largo de las décadas, los estudiosos del arte, apoyándose en visiones y perspectivas aparentemente carentes de ideología, han ignorado la cultural visual en la que se representa la feminidad y la masculinidad, y las reglas coercitivas que a menudo se derivan de ella. En el presente ensayo se propone una relectura crítica y transversal de la modernidad, de las vanguardias, del arte de factura convencional y realista, y también de las distintas opciones estéticas que ofrece el arte contemporáneo. Todo ello centrado en la influencia de las normas de género, en la violencia simbólica y real que producen, y en el peso excluyente del androcentrismo machista. En este sentido, y dado el carácter estructural del género, el propósito de este libro es diseccionar el componente político y social que impregna las distintas corrientes estéticas canónicas (Futurismo, Dadaísmo, Surrealismo, Abstracción…), incluido el arte utilizado como propaganda (en el nazismo, el estalinismo, el franquismo…), y, además, analizar las formas de resistencia que han adoptado en el siglo XX distintas prácticas artísticas, como el arte cuestionador de contenido feminista o las manifestaciones poscoloniales.